Fuente: http://www.testigoaccidental.com/
Españoles en fosas comunes: La vergüenza ética que urge recuperar
"Elegía a Ramón Sijé":
“Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte”
(Miguel Hernández, en El rayo que no cesa)
Un auto de la Audiencia Nacional suscrito por el juez Baltasar Garzón abre la posibilidad cierta de elaborar un censo de fusilados y desaparecidos causados por la violencia indiscriminada que practicaron los golpistas del 18 de julio de 1936. A pesar de que la iniciativa no lleva aparejada la posibilidad de procesar a los autores de los delitos, varios de los más destacados dirigentes del Partido Popular --incluido su líder, Mariano Rajoy Brey-- se han pronunciado en contra de que ¡treinta años después de aprobada la Constitución de 1978! los deudos de quienes fueron asesinados sepan cómo y cuándo murieron sus familiares y dónde fueron enterrados; sin olvidar que todavía hay miles de personas que ni siquiera saben a ciencia cierta qué ocurrió con sus familiares desaparecidos.
La decisión de Garzón es, entre otras cosas, una valiosa herramienta para que los ciudadanos españoles, ¡todos!, recuperemos la vergüenza ética que nos han robado los herederos del franquismo y una transición marcada por el miedo.
El primer paso de esta oleada de reclamaciones para devolver la dignidad humana a quienes murieron defendiendo la legalidad --si bien muchos de ellos fueron masacrados por causa del odio y de la rapiña nacionales, no por ideología-- lo dio Emilio Silva hace ahora ocho años, en Prianza (El Bierzo), donde logró localizar y exhumar los restos de su abuelo, asesinado el 16 de octubre de 1936.
Entre 1936 y 1975 el franquismo causó, según las fuentes, entre 90.000 y 180.000 muertes injustificables… ¡También los rojos y los republicanos mataron inocentes!, claman los nacionales, sus herederos y sobre todo sus beneficiados... Cierto, pero los que murieron al servicio de los golpistas durante la guerra fueron identificados, enterrados y honrados. En tanto que los otros han sido enterrados y víctimas de un odio sin tiempo ni medida, ¿también y todavía ahora son odiados por el PP? Sí es así, es legítímo y racional concluir que el PP es franquista.
¿O acaso hay muertos de la guerra incivil que tienen derecho a homenajes y duelo y, por el contrario, los enemigos eternos deben seguir --según pretende Fraga Iribarne, ex ministro de la dictadura-- condenados al olvido y enterrados en fosas clandestinas?
Además, por higiene ética --¡y para no incurrir en el pecado mortal católico de mentir!-- conviene recordar un hecho incontrovertible: La guerra incivil fue fruto de un golpe de Estado, alzamiento armado e ilegal que provocó los tres años de barbarie, ¡en la que demasiados salvajes ejercieron su condición, en un bando y en el otro!
Pero la actitud del PP es especialmente vergonzosa si se tiene en cuenta que, una vez concluida la guerra incivil, el régimen nacional fruto del golpe de Estado siguió matando opositores, a los reales y a los supuestos --incluidas las familias con bienes apetecibles y expropiables--, aparte de decenas de miles de personas injustamente esclavizadas, encarceladas, represaliadas y arruinadas.
Los dirigentes del PP deberían pedir disculpas por sus manifestaciones ahistóricas y antidemocráticas, no tanto por el significado político que tienen sus palabras como porque niegan la dignidad humana a miles de muertos. Y esto, lo adornen como lo adornen, es humanamente incomprensible y deleznable.
[ENLACES de interés: Federación estatal de foros por la memoria; "Hablar de la memoria histórica no reabre heridas, las cierra", en Radiocable; y "Rajoy, un hombre sin heridas ni memoria", en Nueva Tribuna]
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El Crímen fue en Granada
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