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La identificación genética en las fosas comunes alcanza el 70%
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El director del Laboratorio de Granada avisa de que hay restos dañados
«La técnica está avanzada pero tiene unas limitaciones», asegura José Antonio Lorente
El forense y director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente, cifra entre un 60 y un 70 por ciento las posibilidades de éxito en la identificación genética de los restos óseos que se hallen en fosas comunes si todas las circunstancias son favorables.
Lorente, que fue el responsable de los trabajos sobre la identificación de los restos óseos de Cristóbal Colón, ha explicado que las principales dificultades que pueden darse en el proceso son el mal estado de los huesos o el no disponer de los suficientes datos para comparar el hallazgo con los familiares.
En la exhumación de fosas comunes, ha explicado, puede darse la circunstancia de que se localicen restos óseos en buenas condiciones pero que no se tengan sospechas de a quién pueden pertenecer, lo que impediría cotejar el hallazgo con familiares, o que haya familias que pretendan colaborar pero las malas condiciones en que se hallen los huesos impidan la identificación genética de los mismos.
Aunque el porcentaje de éxito en la identificación genética dependerá de las circunstancias de cada enterramiento -cuantas más personas albergue más reducidas serán las posibilidades-, Lorente considera que en una fosa común pequeña en la que se den todos los elementos a favor, como la colaboración de las familias en el cotejo de los datos o el buen estado de los restos óseos, la identificación podrá ser factible en el 60 ó 70 por ciento de los casos. «La técnica está avanzada pero tiene unas limitaciones», ha indicado el forense, que ha precisado que el análisis genético de unos huesos requieren de una media de dos o tres semanas.
Todo proceso de desenterramiento de una fosa consta de una primera parte consistente en una exhumación reglada llevada a cabo por arqueólogos y antropólogos, y una segunda dedicada al estudio antropológico de los huesos para conocer datos como la talla, el sexo y la edad de la persona en cuestión en el momento de su muerte.
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