jueves, 6 de noviembre de 2008

«Hay españoles que quieren saber dónde están los fusilados»


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Garzón designa al médico vallisoletano como investigador de las fosas franquistas


05.11.08 - J. MORENO VALLADOLID


Manuel Escarda jurará esta mañana en Madrid su cargo como perito judicial nombrado por el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, que dirige Baltasar Garzón, para formar parte de la Comisión de siete expertos nacionales que deberán dictaminar el número de fosas y personas que fueron víctimas del franquismo en el periodo comprendido entre el 17 de julio de 1936 y el 31 de diciembre de 1951. Escarda (Madrid, 1958) ha colaborado desde el 2002 en la recuperación de los cuerpos de fusilados enterrados en varias fosas de provincias de Castilla y León.


-¿Cómo se siente después de que el juzgado de Garzón le haya designado como experto?
-Pues agradecido a las asociaciones de Recuperación de la Memoria Histórica por haberme propuesto para una Comisión en la que se pretende aplicar el mayor rigor científico. Desde el año 2002 he participado junto a otros miembros en unas 30 intervenciones arqueológicas y analizado un centenar de restos humanos completos.
En los próximos días el juez determinará cuál será nuestra función, que supondrá la elaboración de un mapa de toda España con el lugar donde se encuentran las víctimas. Además podremos buscar información en los archivos a los que hasta ahora no se ha accedido.


-¿Qué les diría a aquellos ciudadanos que creen que no era necesario desenterrar a los fusilados?
-Quizás haya casos que no sea preciso pero deben de entender que hay españoles que quieren saber dónde están sus familiares muertos y fusilados.


-¿Hacia falta un proceso judicial como el emprendido por Garzón?
-En parte no si la ley de la Memoria Histórica hubiera ido más allá. No se ha reconocido que se produjo un delito de lesa humanidad, como tampoco se ha regulado que las asociaciones y voluntarios hubieran recibido ayudas para continuar con las exhumaciones de las grandes fosas de hasta 40 personas. El Estado debe de ser el que se encargue de estas labores, ya que hay una responsabilidad institucional.


-¿Cómo se puede identificar un cadáver después de 70 años?
-El método que se aplica es el de la antropología forense que comenzó a desarrollarse en los años 50 con las fosas de Corea y Vietnam. Con las medidas de los huesos, pelvis y cráneo se puede determinar la estatura y la edad. Posteriormente, con las pruebas de ADN podemos saber los vínculos de parentesco. Antes de abrir una fosa es preciso una investigación documental y de familiares para determinar quién puede estar allí.


-¿Qué cuesta una prueba de ADN?
-Unos 500 euros y el resultado puede estar en un mes. Para poder hacer este tipo de pruebas debemos de contar con datos de una relación entre víctima y familiar vivo. Por otra parte, sólo valdrían aquellos descendientes por línea femenina si la víctima es varón. Las muestras de los hijos del fusilado no servirían. Por el contrario, si la fallecida es mujer entonces sí valdrían las muestras de sus sobrinos, o el de una hermana de la víctima que tenga hijos.


-Castilla y León es la segunda región de España con más desaparecidos (12.979). ¿Cuál es el perfil?
-Así es porque el golpe triunfó en las primeras semanas y no hubo reorganización de la fuerzas de la República. La represión fue sistemática y sin ninguna traba. La mayoría de las víctimas tenían entre 20 y 40 años y muchos de los cuerpos presentaban heridas de bala.

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