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La Fiscalía gana la batalla a Garzón pero no la “Guerra de los ...
ELISA SERNA 02/12/2008
La Fiscalía gana la batalla a Garzón pero no la “Guerra de los Derechos”
El Fiscal General de la Audiencia Nacional y todos aquellos que le sustentan y apoyan, ha ganado una batalla al juez Garzón, cuya vida guarde Dios muchos años, pero no la "guerra". La "guerra de los derechos" a la Justicia de los supervivientes, familiares o amigos de los cientos de miles de víctimas del Terrorismo de Estado que declaro un 18 de Julio de 1936, el General Francisco Franco y todos aquellos que le apoyan hasta el día de hoy, que por las reacciones ultramontanas que se van observando en el ruedo ibérico, son demasiados.
No obstruir la justicia pendiente Sepa la Fiscalía de la Audiencia Nacional que el derecho a la Justicia, no puede ser alienado a las victimas, si las victimas viven en un país que, por el buen hacer en el ámbito económico y los nuevos derechos humanos, propuestos por Izquierda Unida, ha ido asumiendo el gobierno socialista que lo preside, con dos crisis hoy sobrevenidas encima, ajenas su gestión, financiera e inmobiliaria, de modo que ha llegado a ser la octava potencia del mundo y el primero, tras la muerte del Dictador, que ha afrontado decididamente el esclarecimiento histórico y la financiación generosa de las actividades propias de las asociaciones o los foros que nos van desvelando la gigantesca dimensión del drama causado a media España: la adhesión del fascismo español a la confabulación internacional del europeo, siglo XX, en nuestro país. Un ensayo armamentístico, dicen, que dejó en este suelo mas de un millón de víctimas, según datos del Partido Comunista de España.
Reformas urgentes del Marco Legal
No me duelen prendas. Sin embargo, no se observa excesiva prisa – y la crispación empieza a asfixiar las arterias de las victimas de Franco - en el Ejecutivo español por actualizar el marco legal, que obsoleto en leyes como la de Amnistía de 1977, ampliables, como la de Memoria Histórica o acuerdos anacrónicos para la ciudadanía del siglo XXI, como el firmado con la única monarquía absolutista que queda en Europa, el Vaticano, y su Santa Sede Absolutista de Roma, Italia, levitan ingrávidos en el techo del Congreso de los Diputados. Existen en esa cámara votos más que suficientes para proponer de urgencia esas reformas ¿a qué espera la Comisión Constitucional? ¿Habrán de emigrar las asociaciones y foros?
Lamentablemente, Javier Zaragoza y todos aquellos que le apoyan podrían ser responsables de que los foros y las asociaciones de la Memoria Histórica, culminaran sus afanes dando satisfacción al hambre de justicia pendiente de los supervivientes, familiares o amigos de las víctimas de Franco - que llevan manteniendo un pulso sordo contra el terrorismo de estado que padecieron, la friolera de setenta y dos interminables años –, acudiendo al amparo de instancias internacionales.
Digerir de una vez la patata caliente Se niegan honestamente también estos colectivos, a volver a demorar más, a hipotecar el tiempo y las vidas a la siguiente generación, a reservar a esas niñas y niños que juegan con su Nintendo en el salón de su casa, a sus hijos, la desagradable sorpresa de un país inacabado, con enormes goteras, en el momento de desarrollar su proyecto vital, autónomo.
Pirineos arriba ¿otra vez?
No sería de extrañar que ese tejido asociativo, finalmente se resolviera a coger la maleta y Pirineos arriba, saliera al encuentro de aire fresco, de modernidad real, de mecanismos internacionales, donde dicen que la gente es rubia de verdad y las jurisprudencias democráticas que describe Baltasar Garzón en su Auto, las del Tribunal de Nüremberg, son aplicadas tranquilamente, orgullosos de hacerlo, sin ningún prejuicio canónico, sin miedos, sin tantos miramientos ni mareos de perdiz terminológicos, sin tantas zancadillas y parloteos.
Pirineos abajo, en casa
Y sería muy lamentable que así lo decidieran, pues Pirineos abajo, nos conocemos unos a otros, sabemos bien hasta donde se puede tirar de la cuerda sin que se caiga el tablero, ni se rompan las reglas del juego; los equilibrios internos realmente existentes, lo que podría pasar si..., para no dañar nuestro derecho a expresarnos ni al sistema democrático, los sobreentendidos que nos cruzamos.
Los guiños, gestos, aspavientos, rictus variados y tics operacionales, avisos gestuales, cejas levantadas, mudras y matices que son un tesoro antropológico y una enorme aportación a la comunicación no verbal de supervivencia. Pero hemos llegado al límite de la paciencia: se-ten-ta-y-dos-a-ños. Ignoro si serían interpretados y entendidos por equipos de juristas extra-españoles que tal vez dañarían entonces partes vitales del tejido democrático, que involuntariamente podrían producir una involución en la democracia consolidada ya, que entre todos vamos apoyando, construyendo, por la vía pacífica, tranquilos, desde nuestros representantes sindicales, o a través nuestros diputados en las Cortes.
¡Dennos una alegría! Sin duda, el remedio podría quizás ser peor que la enfermedad y convendría de urgencia que el Partido Popular, la Conferencia Episcopal y la Casa del Rey comprendieran" que todo organismo que no se adapta, fenece" que apoyando decididamente la consumación irremediable de la justicia pendiente en el segundo poder del Estado, votando sus Reformas, podrían acompañarnos en la travesía del siglo XXI-
¡Levanten pues la bota de nuestro gaznate justiciero y lejos de todo obstruccionismo a los pasos del juez Baltasar Garzón y el Gobierno de España, a impulso, claro, de asociaciones y foros por la memoria, historiadores, arqueólogos, forenses, cátedras de historia, sociólogos, periodistas, cantautores, familiares, víctimas y amigos, formen parte del paisaje social!
Dejen pues de temblar las mitras, y rechinarnos los dientes con el agudísimo fru-frú conspirador de los crespones negros, las togas y las puñetas almidonadas, los capirotes o los malletes reales: no quedaran convertidos en estatuas de sal si miran al rostro, a los ojos del terrorismo de estado que hemos padecido, en estado puro. Volver a echar tierra hoy sobre la fosa entreabierta de García Lorca, les podría igualar, de algún modo, a los verdugos de 1936.
Ese mirar y comprender para estigmatizar lo peor de la condición española, les hará mas adultos, maduros, mas humanos, modernos, demócratas.... y cristianos. Es la actitud de urgencia que aguardamos expectantes, con la maleta en la mano, para que nunca jamás se instale por estos lares la sombra de Caín, precisamente.
Elisa Serna, cantautora, ex-presa y represaliada. Presidenta ejecutiva de LIBRES
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