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Una injusticia histórica
Vanguardia (México) -
Los indultos y los perdones son importantes para la reconciliación y para avanzar hacia un camino de paz, sin embargo cuando no se recuerdan los hechos del pasado y se remedian con justicia, esa historia hace casi imposible que se viva el presente y el futuro con equidad.
España, como tanto otros países, tiene una historia muy lúgubre especialmente por los primeros años del franquismo en que más de medio millón de personas fueron asesinadas entre 1936 y 1939.
Ahora, la Audiencia Nacional negó el viernes al juez Baltasar Garzón investigar los crímenes de la guerra civil española y de la dictadura de Francisco Franco, lo que equivale a cerrar el pasado. Fue una decisión injusta, no por lo que representa a España solamente, sino lo que ello equivale para la justicia en el mundo entero.
Cerrar la posibilidad de investigar es casi como si se cerrara la posibilidad de indagar sobre el Holocausto y hacer justicia, o que haya prevalecido el indulto o el punto final de Carlos Menem sobre los militares argentinos o que en Guatemala no se haya tratado de reparar a los familiares de las 300 mil víctimas de su propia guerra civil.
La Audiencia española desestimó un recurso de la Fiscalía argumentando que los crímenes de aquella época prescribieron con la ley de amnistía de 1977, como si aquella legislación errada no pudiera cambiarse ahora buscando justicia, como se dio en el ejemplo de Argentina. Investigar, conocer, esclarecer y reparar a los afectados son necesidades de los seres humanos para cerrar las heridas del pasado y emprender con mayor altivez el futuro. El olvido o una ley que lo promocione o la impunidad, siempre serán injustos y deshonrosos y sólo logra que cada tanto aparezca gente con sed de venganza.
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sábado, 29 de noviembre de 2008
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